Primero protegemos todo el fuselaje de foam con fibra de vidrio de 50 gramos y resina de epoxy

Se tapan todas las imperfecciones y marcas con masilla de carrocero. Todo esto, pasadas 24 horas desde la aplicación del epoxy.

Una vez seca la masilla de carrocero (10 minutos aproximadamente) se lija, procurando igualar toda la superficie, sin que se noten bultos. En caso de que quede algun hueco, se volverá a enmasillar y se vuelve a lijar.

Seguidamente se aplica a pistola una imprimación de dos componentes y alto contenido en sólidos para que rellene los pequeños poros que ocasionalmente hubiesen quedado.

Al día siguiente se vuelve a lijar con lija de agua de grano 250. Se repasa si hubiera alguna imperfección y se vuelve a enmasillar y lijar si es necesario.

Se repite este proceso hasta que estemos satisfechos con el acabado superficial ya que el acabado final dependerá, en gran medida,  de la buena terminación de este proceso.

Debido a que todavía hay algunas pequeñas imperfecciones, hemos dado una mano más de imprimación a pistola. Esta de vez en color blanco para que se distinga de la capa de abajo y nos sirva de guia a la hora de lijar y afinar

El mismo proceso que en el fuselaje se hace en la deriva. Fibra de vidrio/epoxy, masilla, imprimacion y lijados intermedios

Se fija firme y perfectamente perpendicular  la deriva al fuselaje con epoxy y se enmasilla la unión de esta con el fuselaje.. Una vez seca la masilla se lija para que quede perfectamente integrada al fuselaje.

Es muy importante el posicionamiento correcto de la deriva para evitar posibles vicios del avión en el vuelo difíciles de solventar después.

Volvemos a dar imprimación en otro color para detectar irregularidades en la superficie.